Un buen día de surf

Un buen día de surf

Como todos podréis imaginar, una de nuestras pasiones es la práctica del surf. Podría parecer que lo único que implica el surf es ir al mar, tener una tabla y un neopreno, y entrar a surfear, pero no hay nada más lejos de la realidad. Dejad que os contemos que implica para nosotros, un día de surf.

Para nosotros, un día de surf se transforma como mínimo en un fin de semana de amigos, (es recomendable no practicar este deporte solo, y si vas acompañado de los tuyos siempre es mejor) con lo cual el día comienza con el viaje, animados, revisando todos los partes meteorológicos, aunque sabemos que aun así el tiempo es caprichoso y puede pasar cualquier cosa. Nada más llegar, las ansias son tan grandes que se va directamente a la playa a ver el estado de las olas, y, aun estando cansados del viaje, si se ve la más mínima posibilidad de coger alguna ola, se coge lo que pueda antes de ir a cenar y a dormir rápido, ya que, el día siguiente es el plato fuerte

Después de este primer día de contacto viene el día completo, el día que sí o sí hay que darlo todo. Generalmente empieza muy temprano, revisando el parte del día y las mareas para coger el mejor momento posible, pero temprano. Todavía con la luz de la luna alumbrando el paisaje suenan los despertadores, pero este día no cuesta levantarse, a los 5 minutos comienzas a oír voces de todo el mundo que, con las mismas ganas que tú, está preparando el equipo para ir a la playa. Sin desayunar y con las legañas en los ojos te metes en el coche, muerto de frio y pones rumbo a la playa, donde te espera lo bueno. Al llegar ves emocionado que ese día sí, que el parte tenía razón, te pones tu poncho, te embutes el neopreno, coges tu tabla y te metes en el agua helada durante dos o tres horas que, para ti, parecen minutos.

Cuando el mar comienza a apagarse recoges rápidamente y vuelves a casa, a desayunar y a coger fuerzas, porque en unas horas, cuando vuelva la marea, regresas al mar al menos una vez más.

Después de este día agotador de frio, adrenalina y deporte, nada sienta mejor que juntarse todos los que han participado del mismo alrededor de un buen fuego, brindando por las hazañas de los compañeros o las propias y planeando el próximo viaje, ya que, al día siguiente, toca volver a casa, y nada mejor para alejar las penas, como saber que volverás a ese mismo sitio, con esa misma gente lo antes posible.

Esperamos que os gusten nuestros “días de surf” y contadnos, ¿Cómo son los vuestros?


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